Las plunderfonías se construyen a partir de dos estrategias artísticas fundamentales: la apropiación de materiales preexistentes y la superposición de obras, lenguajes o referentes disímbolos. En este caso, se suma una tercera operación esencial: la borradura de lo central, para permitir que lo residual hable en un primer plano.
En esta entrega, el arquitecto Jetro Centeno Lara superpone las sonoridades de Hyperprism, compuesta por Edgar Varése en 1922, con fragmentos de La collectionneuse, película filmada en 1967 por Éric Rohmer. Emplea únicamente los planos cinematográficos en donde no están presentes los sujetos, enfatizando los escenarios vacíos por encima de los personajes. Esto nos va sugiriendo que hay otra historia subyacente a la narrativa de la película: la vida de los espacios.