«Un hombre desplumó un ruiseñor, y al encontrar poco para comer dijo:
—Tú eres sólo una voz y nada más».
Plutarco
Hace poco encontré algunas grabaciones viejas. Escucharlas fue como entrar a mi propia película de fantasmas: en la cinta las voces adquieren una autonomía espectral, como si nunca hubieran pertenecido realmente a un cuerpo. La presencia de esos fantasmas (voces y nada más) me hicieron pensar cosas que comparto aquí, reunidas en una breve serie.