Correr muchos kilómetros implica sobreponerse al agotamiento; la dificultad para respirar y soportar el cuerpo cuando se está extenuado nunca se aprende del todo. Porque el cuerpo bípedo, después de avanzar sin detenerse treinta kilómetros, semeja una carcacha inservible que cruje y rechina. Tras el recorrido, la mente debe arrastrar […]